Existen evidencias científicas de que la meditación mindfulness o atención plena, favorece un sistema inmune más fuerte y saludable.
Nuestro cuerpo interpreta como señales de amenaza las situaciones en las que nos encontramos estresados, nerviosos, ansiosos, con miedo… Y el sistema nervioso intenta protegerse frente a esos estados que para él son de peligro. ¿Cómo lo hace? Activándose en el modo conocido como de Estrés o de Lucha.
A continuación, os dejo un vídeo donde Jorge Benito nos lo explica muy bien. Espero que os guste.
Estos días es esencial que nosotros, los adultos, dediquemos uno minutos para desconectar y cuidar de nuestro estado mental. Es importante que mantengamos la calma antes nuestros hijos.
Para ello, os animo a escuchar esta meditación guiada de tan solo 5 min, perfecta para relajarse en momentos de mucho estrés y congestión emocional o mental.
Respirar consciente en las situaciones que nos acontecen…
Cada vez que te sientas abrumado, estresado, confuso… puedes empezar la situación adoptando una respiración consciente: deja lo que esté haciendo y siente tu respiración. Puedes experimentar tu respiración consciente en cualquier momento y lugar: en el coche durante un semáforo en rojo; en una reunión de trabajo… mientras se tiene un enfado o rabieta… Sumérgete en esa experiencia vigorizante del respirar. Cuando te sientas más tranquilo y relajado y tu mente se haya aclarado, date la oportunidad de escoger lo que vas a hacer después. La respiración consciente es la técnica de mindfulness más fácil y común. Es reto es acordarse de hacerlo en medio de nuestra ajetreada vida. (Germer, 2011: 90)
Compartimos un enlace del gran Vicente Simón. Esperamos que os guste y os sirva de ayuda
Continuamos con las herramientas
que nos ayudarán a educar sin gritos, estrés y a cultivar nuestra paciencia.
Hoy nos toca trabajar la herramienta núm. 2.
En el día de hoy vamos a centrarnos en no buscar la perfección, no pretender que todo sea maravilloso, que la casa esté en perfecto orden, que si tenemos varios hijos no se enfaden entre ellos, etc.
Obsesionarnos con la perfección
hace que podamos tener un estado de ansiedad permanente, pendiente de qué será
lo próximo que no saldrá bien. Los defectos y los errores son algo normal y así
debemos contemplarlo.
No debemos buscar la excelencia
las 24 horas, esta relajación de la perfección ayudará a tener una mejor
convivencia con los demás miembros de la familia.
Es importante que cada día nos
centremos en la herramienta que se plantea de manera que podamos ir
interiorizando cada una de ellas.
El mindfulness es una función mental universal inherente a todos los seres humanos que nos permite mantener el foco de nuestra atención en una experiencia inmediata del presente y requiere que prestemos atención a lo que nos pasa y está pasando.
Por lo tanto, aunque el mindfulness sea una función mental compleja que requiere practicar y practicar, es accesible a todas las personas.
Qué NO es el mindfulness?
NO consiste en tratar de relajarse.
NO significa tener la mente en blanco o de vaciarla de pensamientos. NO es renunciar a nuestras emociones.
NO se trata de buscar la beatitud.
NO se trata de trascender la vida ordinaria.
NO es rehuir el dolor.
NO tiene que ver con apartarnos de la vida.
NO es convertirnos a una nueva religión.
NO es difícil.
Beneficios que nos ofrece su práctica:
Se utiliza en psicoterapia como tratamiento contra el estrés, ansiedad y depresión.
Nuestro cuerpo mejora su capacidad inmunológica.
Se mejora la capacidad para afrontar actividades y cometidos.
Ayuda a aliviar dolores óseo-musculares crónicos.
Nos ayuda a sintonizar con el mundo interpersonal.
Nos ayuda a potencias nuestro desarrollo psicológico personal (crecimiento como persona).
Nos ayuda a vivir en paz con la inevitabilidad del cambio.
Nos ayuda a concentrarnos en lo que de verdad importa.
Todos
los padres queremos pasar tiempo de calidad con nuestros hijos y la
práctica diaria del mindfulness puede convertirse en esos quince minutos de
conexión en familia que, además, reportan beneficios añadidos: la meditación
desarrolla la empatía, la capacidad de concentración y
el control
del estrés, entre otros.
Aprender
a meditar no es difícil, pero requiere de mucha práctica.
Aquí
os dejamos algunos consejos para conseguir meditar a diario con los niños:
Elige
una hora del día en el que podéis reuniros todos
Lo ideal es a primera hora, antes del desayuno, al volver del colegio o antes
de la cena son también buenos momentos. Cuando os hayáis puesto de acuerdo en
la hora, haced de ese momento una rutina (al principio, tendréis que ser
disciplinados).
Elige
la técnica de meditación adecuada
Concentrarse en la respiración es lo esencial y luego podéis aplicar otras
técnicas.
¿Cuánto
tiempo hay que meditar?
Se suele decir que un minuto por año de edad. Los adultos, alrededor de veinte
minutos. Si meditáis todos juntos, podéis llegar a un consenso en el que todos
os sintáis cómodos. Lo recomendable es empezar poquito a poco.
¿Dónde
es mejor meditar?
No hay un sitio mejor que otro, pero es importante que todos os podáis sentar
cómodamente.
¿Y si los niños no quieren meditar?
Al principio puede parecerles un rollo, así que tendréis que explicarles lo
bien que les vendrá. Insistid con cariño, dejad que empiecen poco a poco,
meditando tres minutos, luego cinco y ampliando el tiempo sin forzarlos. Y,
sobre todo, dadles ejemplo meditando vosotros.
Cuéntanos tu experiencia para que podamos aprender unos de otros. 😊
Sin duda, los días que se nos avecinan serán diferentes a los demás, tenemos nuestras rutinas alteradas y hay que poner manos a la obra para no aburrirnos ni frustrarnos.
Si sentimos emociones de este tipo: ansiedad, frustración, aburrimiento, tristeza, miedo, sensación de cansancio… es normal, debemos acogerlas e intentar pasarlas de la mejor manera posible, con atención plena y positivismo.
Os traigo una serie de juegos y enlaces que podéis compartir con los niños y familiares que se encuentren en casa para prevenir y llevar mejor esas sensaciones que no nos son tan agradables.
Adivinanzas.
Hacer puzzles.
Pintar (piedras, conchas, hojas, macarrones…) una actividad que desarrolla la atención y mejora la capacidad de autocontrol.
Juegos de mesa: buscando a Wally, Scrubble, Story cubes, parchís, oca, ajedrez, 3 en raya…
Con todos ellos ponemos atención plena y mejoramos la concentración y el autocontrol, disminuimos las sensaciones de aislamiento, fomentamos la creatividad y el trabajo en equipo y disminuimos las emociones negativas propias de estas situaciones.
No podemos olvidar que también es importante realizar ejercicio en casa con los niños (baile, saltar a la comba, dar toques con el balón…), llevar una alimentación equilibrada siguiendo las recomendaciones de la dieta mediterránea y dormir las horas adecuadas.
Durante las próximas semanas tenemos una estupenda oportunidad para ir cultivando nuestra paciencia.
A lo largo de estos días es posible que en algún momento nos sintamos frustrados y cansados por la nueva situación a la que nos enfrentamos, es por ello, por lo que os iré proponiendo una serie de herramientas para llevar a cabo, de manera que nos ayuden a afrontar lo mejor posible estos días en casa con nuestros hijos.
Herramienta 1. SE CONSCIENTE DE
LO QUE PIENSAS Y SIENTES.
La primera herramienta consiste en averiguar el motivo por el que perdemos la paciencia con ellos. Trata de identificar a cuál o cuáles te acercas más. Muchas veces tomar consciencia de este hecho puede ser de gran ayuda.
1º Tener un concepto negativo sobre las conductas de los hijos, es sin duda un aspecto que puede crear impaciencia, es decir, si crees que tu hijo está haciendo algo malo o crees que te está faltando el respeto. Si tienes algunos de estos, pensamiento consciente o inconscientemente, habrá parte de tu mente que te hará reaccionar y te van a gritar ¡defiéndete, no le dejes, haz algo! agotando tu paciencia muy rápido.
En este caso ayudará ponerse en
el lugar del niño y averiguar cómo se siente y por qué reacciona de este modo. No
olvidemos que somo el espejo donde se miran.
2º Estrés externo. Ser adulto no es solo ser padre y muchas veces las presiones externas (problemas en el trabajo, con la pareja…) hacen que reaccionemos de manera inapropiada con nuestros hijos. Si se trata de una de estas, te animo a analizar si tu forma de reaccionar es adecuada y proporcionada a la conducta de tus hijos.
3º Abusar de la paciencia. Son los
padres que piden una y otra vez que por favor les hagan caso hasta que terminan
explotando y curiosamente el niño obedeciendo, pero después estos papas se
sienten mal. Abusar de la paciencia también es una forma de acabar con ella.
4º Impaciencia por naturaleza. Hay
padres que primero actúan y luego piensan, no es que no tengan paciencia
simplemente reaccionan y explotan tan rápido que no les da tiempo a ponerla a prueba.
Realmente es importante hacer este ejercicio de autorreflexión. Ser conscientes de como nos sentimos y buscar por qué nos sentimos de este modo hace que nos relajemos y podamos buscar posibles soluciones.
Si en un momento concreto estás sintiendo rabia porque tus hijos se están enfadando, puede ser que no pases de la rabia a la calma en poco tiempo. Ser consciente de lo que te pasa te ayudará a templar la emoción y a buscar alternativas.
¡Ánimo! Aprovechemos esta oportunidad de aprendizaje.
Este sitio usa cookies para mejorar su experiencia. Puede denegar la utilización de cookies. AjustesAceptarLeer más
Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.